NOTAS:
En el altar interior Bernini replica la forma templaría de la fachada. La pintura contiene una gloria de ángeles que elevan cruz, símbolo del martirio del santo. Sobre ella una orla de querubines de estuco pintado en dorado simulan ascender. Finalmente, casi por detrás del frotis, la figura del santo, ya mártir, se eleva sobre una nube.
El altar es el centro simbólico y psicológico de la iglesia. Todas las líneas de la arquitectura convergen y culminan aquí.