NOTAS:
Stirling define a la librería como una suma de contradicciones y disyuntivas. Habla de oposiciones: el tráfico de la laguna (de pequeñas barcas particulares a petroleros) y la tranquilidad de los jardines; éstos jardines que en invierno están vacios pero en verano llenos de gente; de pabellones y de árboles; de naturaleza y ciudad. Lo condensa todo en un mismo edificio. El edificio, el más visible de todos los jardines, es simultáneamente el más hermético. "Stirling no construye una librería. Construye una ventana corrida enorme" "El edificio, una vez más, se revela como un mirador. Tiene sentido des de dentro."